miércoles, 29 de septiembre de 2010

El petróleo pasa factura


El precio del petróleo es un tema recurrente a nivel internacional porque su comportamiento es determinante para el desempeño macroeconómico de la economía mundial, cuyos episodios recientes de alta volatilidad dejan siempre un saldo disparejo de ganadores y perdedores. 


Para países importadores como República Dominicana, aumentos en los precios del crudo a nivel internacional se han relacionado con recesiones, presiones inflacionarias, reducción de la productividad y lento crecimiento económico.

Sin embargo, a pesar de su significativa incidencia, el precio del petróleo es sólo la mitad del problema. Si la estructura productiva de una economía en crecimiento mantiene una alta dependencia del uso de combustibles fósiles importados, la factura petrolera podría convertirse en una pesada carga para toda la sociedad.

Previendo esta situación, los países ricos miembros de la OCDE consumen cada vez menos petróleo para procesos industriales, generar energía o calefacción. De hecho, la Agencia Internacional de Energía reveló recientemente que el uso de energías alternativas, particularmente del gas natural, ha reducido la demanda de derivados del petróleo en la generación de energía en un 40% desde el año 2000 en este bloque de países.

En el caso de los países emergentes, se estima que todo el crecimiento de la demanda de petróleo en 2010, equivalente a unos 86.5 millones de barriles diarios, será impulsado por ellos. Sin embargo, la mayor demanda de crudo no ha impedido que muchas de estas economías diversifiquen su uso de energía. Según CEPAL, en América Latina las fuentes renovables representan el 28.9% de la oferta de energía primaria. Los estudios indican que esta proporción podría aumentar a 47% para el año 2030.

En nuestro país, a pesar de las deficiencias del sector eléctrico y los avances en el marco legal, el aparato productivo nacional todavía presenta una alta dependencia del uso de combustibles fósiles, de los cuales más del 80% está representado por el petróleo y sus derivados. Este escaso grado de diversificación, nos hace vulnerables a la persistente volatilidad del precio internacional del crudo, cuyo impacto sobre las finanzas públicas es parcialmente mitigado por el acuerdo de Petrocaribe, que establece esquemas de pago diferido para préstamos de financiamiento de la factura petrolera ligados a diferentes escalas de precio.

Los resultados del periodo enero-junio 2010 de la balanza de pagos, son evidencia de la magnitud del peso de la factura petrolera sobre nuestro sector externo. El valor de las importaciones de petróleo se incrementó en casi 60% con respecto a junio de 2009, un aumento de US$660.5 millones, por una combinación de un aumento de 40.4% en el precio internacional de los combustibles y una mayor demanda de petróleo como consecuencia de la reactivación de la economía desde finales de 2009. El incremento de la factura petrolera representó prácticamente la mitad (48.2%) del cambio en el déficit de la cuenta corriente.

Para el cierre de 2010 se estima que la factura petrolera representará cerca de 6.8% del PIB, mas de US$3,300 millones, un monto significativo para una economía pequeña como la dominicana. Si bien es cierto que la inversión extranjera directa, las remesas familiares y el turismo proveen suficientes divisas para que el mercado cambiario local opere adecuadamente, es imperativo avanzar hacia una mayor diversificación de nuestra matriz energética para reducir el impacto de esta pesada factura sobre la economía dominicana.

 Fuente: Listin Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario